Cuando el miedo aprieta, hay que devolverle a la vida un acto de valentía.¿Sabes? ¡Eres una valiente! La vida no te ha sonreído durante muchos años, pero eso no te ha frenado. Has sufrido, luchado, y llorado. Te has quedado sola, sin apoyos, sin nada. Has tenido a tus pequeños lejos durante muchos meses, con la ilusión de conseguir para ellos una mejor calidad de vida, un futuro mejor. Y lo has conseguido.
Desde que te conozco, siempre he sabido que eras esa persona especial. Físicamente una gran mujer, pero infinitamente inmensa por dentro. Una persona que lo da todo sin esperar nada a cambio, que lo hace de corazón y con una gran sonrisa.
He sabido encontrar en ti, tantas cosas que necesitaba. En cada momento la frase adecuada, la mirada idónea… sin hablar, claro está, de todas las risas a carcajadas que hemos compartido.
Sabes que a veces me desespera tu desorden y me saca de quicio tu pronto insoportable… pero bueno, amiga es lo que toca, y lo he aceptado siempre con mucho agrado. Aunque… no creas que eso de que me invadieses la mitad de la mesa de la oficina con tus trastos… ¡Uf! Eso me volvía loca. Pero siempre hemos comprendido la diferencia entre el trabajo y la vida personal y por eso hemos llegado hasta aquí. Dos años juntas.
Ahora se acerca el momento. Las dos sabemos desde hace un año que algún día te marcharías. Tu lugar está a casi 1.400 km de aquí y debes irte. Pero la verdad, me cuesta mucho aceptarlo.
Estos dos años hemos compartido tantas cosas… En el trabajo, nuestras peleas, los momentos de tensión con los compañeros, las revoluciones que hemos formado por injusticias… tanto que hasta decidí iniciar este blog en el que ahora te escribo esto, con una frase muy tuya y que siempre tendré en mi memoria: “El que sube como palmera, cae como coco”.
El trabajo ha sido solo una parte minúscula de todo. Qué hay de nuestras salidas de “wiki”? Esas noches infinitas en las que parecía que no corría el tiempo, no se nos ponía nada ni nadie por delante, solo reir, bailar, compartir y disfrutar. O esos momentos difíciles tanto para ti como para mí en los que nos hemos tenido, sin dudar, la una a la otra.
¿Te acuerdas cuándo fuimos a por tus enanos al aeropuerto? Qué nervios, qué de emociones encontradas, qué de lágrimas…. Pero ¡Cuánta alegría!
Sabes que me has ayudado mucho a salir de mi “bache” y te estaré infinitamente agradecida con eso. Me has hecho ver que la vida es un ratito y que hay que hacer que sea lo más maravilloso posible, que hay que besar muchos sapos hasta encontrar el príncipe azul y que ante todo y sobre todo hay que verse lindo con uno mismo.
Hace tan sólo dos meses, Nico y tú me habéis dado una de las cosas más especiales y bonitas que he tenido jamás. Lucas, mi ahijado. Es realmente pequeño, pero lo siento como si fuese un pedacito de mí, le quiero.
Gordita, realmente siento una profunda tristeza al saber que te vas lejos y que no voy a poder tenerte cerquita para darte un abrazo, o para que salgamos a comer, o simplemente para hacernos compañía. Aún no te has ido, pero siento que te voy a extrañar tanto…
Te quiero mucho gordita y no tengo más que palabras bonitas hacia ti, eres como una hermana mayor que me ha cuidado y apoyado siempre y sobre todo eres una mujer muy valiente, por eso se que aunque estés asustada… todo va a salir bien y vas a ser realmente FELIZ!
Von Voyage! Je t’aime
t.
